La Princesa Diana, la mujer más fotografiada del siglo XX

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Traducción: Crina Cristea 

La Princesa Diana fue una de las personalidades femeninas más influyentes del fin de siglo XX, y el lanzamiento de la cuarta temporada de la serie The Crown hizo conocer su historia a una nueva generación, inmortalizando a la primera esposa del heredero al trono del Reino Unido.

Diana Spencer, antigua Princesa de Gales, sigue siendo una de las más queridas figuras públicas de nuestra época, siendo un símbolo de la gracia y del altruismo, aunque su sonrisa escondía una dura lucha en la esfera personal y familiar.

Con pasos pequeños hacia cosas grandes…

La concepción pública era que la Princesa Diana provenía de una familia simple, pero Diana tenía orígenes nobles y disfrutó de todas las extravagancias de la vida aristocrática. En la infancia, tenía como compañeros de juego a nadie más que los hijos de Isabel I, los príncipes Eduardo y Andres, estando siempre cerca de la familia real.

Sus padres se divorciaron, y la custodia de los cuatro hijos se le atribuyó al padre, que recibió el título de Conde Spencer en 1975. Diana llegó a ser conocida como Lady Diana Spencer, pero tras acabar los estudios llevó una existencia modesta trabajando media jornada como maestra en una guardería en el suburbio de Londres.

La familia real presionaba al Principe Carlos a casarse, ya que había pasado de los 30 años, pero la elección de una Princesa de Gales era una tarea importante y selectiva: tenía que originar de una familia real o aristocrática, ser virgen y protestante.

Que se le pedía a una princesa: origen aristocrática, virginidad y protestantismo

El Principe Carlos tuvo varias relaciones en su intento de encontrar una mujer que correspondiera al perfil, incluso una relación con la hermana mayor de Diana, Lady Sarah Spencer. El corazón de Carlos le pertenecía a su ex-novia, Camilla Shand, pero, como ella no encajaba en la expectativas de la familia real, el título de Princesa de Gales tenía que pertenecer a otra pretendienta. 

El Príncipe Carlos ya conocía a Diana desde hacía unos años, pero se interesó seriamente sobre ella como posible novia en el verano de 1980, cuando los dos fueron invitados al campo por un fin de semana, donde ella lo miró jugando polo. El éxito que Diana tuvo en la residencia escoces de la familia Windsor dio prisa a la relación de los dos, y Carlos se vio apresurado a pedir el mano de Diana tras solo algunos encuentros.

El Príncipe le pidió matrimonio el 6 de febrero de 1981, y Diana aceptó, pero el compromiso fue guardado secreto por unas semanas. El anuncio público del compromiso que ocurrió en 1981 fue el primer indicio de que el cuento de hadas entre los dos jóvenes carismáticos de origen noble no iba a acabarse con “happily ever after”.

El anuncio público del compromiso demostró que el cuento de hadas no iba a acabarse con “happily ever after”…

Al comentario de un periodista que complimentó a los jóvenes con respecto al amor que se notaba en sus caras, Carlos respondió: “Whatever in love means” (“Lo que sea que el amor signifique”), respuesta que la dolió muchísimo a la Princesa de Gales y que confirmó que Carlos nunca iba a poder amar a otra mujer que a su amante, Camilla.

“La boda de cuento de hadas” entre la joven de 20 años y el príncipe de 32 fue vista en la televisión por 750 millones de personas. La Princesa Diana escandalizó a todos al decir sus juramentos matrimoniales cuando no dijo que “iba a suponerse”, lo que era fuera de lo corriente en aquel entonces, especialmente por la institución tradicional que representaba.

Llamada inicialmente “Shy Di”, La Princesa Diana se convirtió rápidamente en una sensación para la prensa, creando un nuevo tipo de celebridad. En cada visita oficial de la pareja, el foco se mudaba del Príncipe de Gales a Diana, un soplo de aire fresco en una institución llena de gente rígida y formal. Ella sostenía con sus propias palabras que no se consideraba un miembro de la familia real y que sus papeles principales eran los de esposa y de madre.

Aunque era una persona cálida, tierna, que iluminaba cada cuarto en que entraba, detrás de las cortinas, toda el afecto y consideración que recibía por parte de la gente del Commonwealth era sustituida por indiferencia, desconsideración y aversión.

 

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Los problemas conyugales de la Princesa Diana

Carlos traicionaba públicamente a su esposa, siempre encontrando ocasiones para pasar tanto tiempo con Camilla y tan poco tiempo con Diana. Criticaba los gestos de Diana constantemente y consideraba que faltaban de respeto. Ningún miembro de la familia real se mostró disponible a pasar tiempo de calidad con ella, y la presión inmensa y las críticas constantes que recibía por parte de un hombre que no la apreciaba no la ayudó en lo más mínimo. Las dificultades de la vida la empujaron en la lucha con los trastornos de alimentación, de los cuales habló en una entrevista de 1995 con Martin Bashir de BBC.

Le dice a todos que soy loca, me trata como si fuera loca, empiezo a sentirme loca.

The Crown, (2016 – )

La esencia de la vitalidad de Diana la representaban sus hijos, Guillermo y Enrique, con los cuales era siempre afectuosa, comprensiva, cálida y enérgica. Ellos estaban en primer lugar en su vida. La princesa organizaba sus deberes públicos según el programa de los niños y no se perdía ninguna ocasión para pasar tiempo con ellos, para ofrecerle una infancia normal. Diana se implicaba mucho en sus vidas, eligiendo el colegio, la ropa y planificándoles las excursiones:

Vivo por mis hijos. Sería perdida sin ellos.

Después del nacimiento de Enrique, las diferencias entre Carlos y Diana se volvieron irreconciliables, una experiencia tanto más dolorosa como sucedió bajo los ojos omnipresentes de los tabloides.

Madre y princesa día y noche

Aunque, según la tradición, los príncipes de la familia real tenían que ser educados en casa por una institutriz, la princesa Diana registró a sus hijos en colegios públicos para asegurarse que iban a ser personas modestas y realistas y que podrán ver las dificultades con las cuales se enfrentan los niños menos afortunados. “El príncipe Guillermo se convirtió en el primer futuro rey que fue educado completamente en el sistema público, y la princesa Diana continuará a apoyar la educación del príncipe Guillermo y del príncipe Enrique a lo largo de la vida”. (Insider)

Ecologista, filantropista, humanitarista, Diana utilizó su celebridad y el estatuto de princesa para llamar la atención sobre unas causas de máxima importancia. Entre mediados y fin de los años 1980, sus responsabilidades como princesa se dirigían obviamente a visitar hospitales, aliviar el sufrimiento de los enfermos y patrocinar varias organizaciones caritativas. 

Pero la Princesa Diana hizo mucho más que asociar su nombre con varias organizaciones sin fines de lucro. Su interés no era de hacer que los miembros de la familia real ganaran el favor del público; Diana se interesaba sobre varias enfermedades y cosas relacionadas con la salud. “Diana apoyaba la Campaña Internacional para Prohibir las Minas Terrestres, campaña que recibió el premio Nobel de la Paz en 1997.” (Wikipedia)

 

Los miembros de la familia real eran siempre vistos con guantes para protegerse de cualquier contacto peligroso con los virus y las bacterias de los hospitales que visitaban, pero Diana intentó acabar con el estigma detrás de algunas enfermedades que no le permitían a los niños desfavorecidos ser adoptados. En abril de 1987, la Princesa de Gales abrazó a un niño infectado con VIH en la sede de la organización “Cadena de la esperanza”, siendo una de las primeras celebridades importantes que fue fotografiada tocando a una persona infectada.

Ella contribuyó al cambio de la opinión pública con respecto a los pacientes de SIDA, lo que no fue exactamente apreciado por la familia real, que, en comparación, parecieron superficiales, miedosos e ignorantes. Su contribución fue reconocida en 2001 por Bill Clinton en la Conferencia sobre SIDA, en memoria de Diana, Princesa de Gales.

“En 1987, cuando tanta gente todavía creía que el SIDA se podía transmitir a través del tacto, la Princesa Diana se sentó en la cama de un enfermo de SIDA y le tomó la mano. Demostró al mundo entero que los pacientes de SIDA no merecen aislamiento, sino compasión y amabilidad. Este hecho ayudó a cambiar la opinión del mundo entero y le dio esperanza a los enfermos de SIDA.” (Europafm.ro)

Muchas veces, Diana trajo a sus hijos en sus visitas en hospitales y centros de acogida, para mostrarles su privilegio y animarlos a convertirse en futuros ciudadanos altruistas y con sentido de responsabilidad.

Quiero que mis hijos entiendan los sentimientos de la gente, sus inseguridades, sus sufrimientos, sus esperanzas y sueños.

Una serie de eventos desafortunados

Tras muchos intentos de salvar la imagen de la monarquía, la reina finalmente aceptó a dejar la pareja a acabar su relación oficialmente, ya que había devenido una fuente de chisme en los tabloides, ambos miembros de la pareja real siendo fotografiados con otras personas en relaciones extraconyugales. Tras años de desacuerdos, Diana y Carlos pudieron divorciarse en 1992.

Sin embargo, ningún miembro de la familia real pudo respirar aliviado tras la separación, aunque a Diana se le quitó el título de Princesa de Gales. La fama de Diana sobrepasaba a la de Carlos y aun a la de la reina, ya que se había convertido en la persona más fotografiada del siglo XX.


Diana siguió disfrutando de la apreciación de los mass media, de las amistades high-profile y encontró el poder interior de exponer las dificultades que tuve que aguantar en el Palacio Buckingham en el nombre del amor y del deber. Confirmó los rumores sobre el triángulo amoroso dentro de su matrimonio: Carlos – Diana – Camilla.

Pues, había tres personas en este matrimonio, así que era un poco apretado.

Mientras la popularidad de la antigua Princesa de Gales crecía, la admiración por Carlos y la monarquía dismnuía. La muerte de Diana en un accidente de coche el 31 de agosto de 1997 despierta, aún 24 años más tarde, controversias y conspiraciones, pero un hecho queda cierto: Diana fue y siempre será “The Queen of Peoples Hearts”. (“La reina de las almas de la gente”).

“Como reacción a las noticias de la muerte de la princesa, la gente dejó homenajes públicos como flores, velas, tarjetas postales y mensajes personales. El 10 de septiembre, el montón de flores cerca al Jardín Kensington llegaba en algunas partes a los 1,52 metros de altura, y la primera capa había empezado a descomponerse.” 

Hago las cosas de manera diferente, no sigo ninguna guía. Mando con mi alma.

Su muerte representó, por unos días, un peligro para la monarquía, ya que la gente se revoltó al ver que no se había alzado la bandera al Palacio Buckingham, como pedía la tradición al fallecimiento de un miembro de la familia real. Su influencia fue tan fuerte que la reina se vio obligada a alzar la bandera y tener una aparición pública auténtica y emocionante, cosa que no la caracterizaba.

El legado de Diana

La princesa Diana es un fenómeno internacional, permaneciendo en la historia a través de la bondad y sinceridad con la cual efectuaba cualquier acción, pero también por la contribución positiva que trajo al mundo entero. Su presencia revolucionó y modernizó estructuras de la realeza, y la educación que ofreció a sus hijos es el ejemplo perfecto de que la monarquía inglesa será en manos dignos y capaces. 

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Fuentes:

Cada mujer noble tiene su propia historia fascinante. Aquí puedes leer sobre la reina Isabel II de España, su reinado y su abdicación.

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